¿Ya se asentó el polvo alrededor del inicio de año y no tienes un plan anual 2017? No te preocupes, hace un plan a inicio de año no es una obligación, sino que la frecuencia de tus planes y revisiones debe ser como mejor convenga a los ciclos de tu negocio. Empatarlo con el año civil es sólo conveniencia de agenda, aunque tal vez no sea lo mejor en cuestión de atención y enfoque para la mayoría de las empresas.
Seguro ya estás trabajando para alcanzar ciertos objetivos. Si no tienes un calendario previamente definido, comienza por ello. Para la mayoría de las actividades, revisiones trimestrales o cuatrimestrales son suficientes. Entonces, si no tienes un plan claramente definido, comienza por apartar cierto tiempo para ajustar algunos elementos básicos de tu estrategia para alcanzar.
Comienza por alinear la visión
Lo más importante de tu visión es que debe estar escrita en algún lugar. Mientras trabajas en ella, tal vez quieras abrir una nota en Evernote que estarás editando los siguientes días antes de publicarla. La visión es algo que debe estar disponible para todos tus colaboradores, porque es la brújula que les indica a dónde se dirige el negocio. Al comunicarla, revisa que tus colaboradores la conozcan, la entiendan y la compartan como equipo de trabajo.
Un aspecto especialmente importante de una visión es que indiques su temporalidad: ¿Cuándo debemos llegar a ese destino? Piensa cuando estas planeando un largo viaje en carretera. Tal vez planeas un trayecto de 14 horas. Se pueden conjuntar todos los elementos a tu favor para que el viaje sólo dure 12 horas (¡qué suerte!) o pueden ocurrir eventos no planeados que extendieran tu viaje a 18 horas. Sin importar el tiempo total, todos tenían claro a dónde iban y qué esperar en distintos tramos del trayecto. Así de clara debe ser tu visión de empresa.
Escribe los objetivos o hitos a alcanzar para llegar a esa visión
Mucho puedes encontrar de cómo escribir buenos objetivos. Algunas características indispensables es que sigas el acrónimo SMART (specific, measurable, attainable, realistic, time). Entonces, además de considerar ponerles una correcta temporalidad, los objetivos deben ser específicos para que tu equipo sepa lo que necesitas de ellos. Aunque todos queremos exigir y exigirnos al máximo, debemos cuidar que los objetivos se mantengan alcanzables y realistas en el tiempo previsto. Por último, para poder saber si estamos moviéndonos hacia nuestros objetivos, estos deben ser medibles a lo largo del tiempo. Todo lo anterior te ayudará a evitar desmotivación, desgaste, enojo y burn-out.
Prioriza los objetivos
Todos tenemos dificultad al dar seguimiento a un gran número de cosas. Priorizar nos ayuda a:
- Identificar lo más relevante de una manera rápida.
- Decidir si algo debe eliminarse por el poco impacto que puede generar.
Eliminar los objetivos de muy bajo impacto de tu tablero puede ayudarte a mantener el enfoque de tu equipo en lo más importante. Al hacerlo, también les ayudarás a que sus procesos de operación y toma de decisiones puedan ser más ágiles y rápidos.
Comunica la estrategia
Da a conocer, discute, comparte y desarrolla las tácticas de manera colaborativa. Esto brinda claridad y aumenta el compromiso y engagement de tu equipo de trabajo. Así todos sabrán para qué están trabajando y a qué dedicar su mayor esfuerzo.